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Le pagaron en 1782 al tamborilero, José de
Bareño, 30 reales por animar la fiesta anual ante la ermita de Santa Marina en
la Campa de su término. Es la primera vez que se hace referencia a esta fiesta
que los vecinos de Sopelana hacían en Urduliz. La biografía de esta Santa
Mártir ya la he insertado en la Historia Fonográfica de la Anteiglesia de
Urduliz, Municipio éste que con Sopelana se considera depositario de esa
antigua ermita para cuyo acceso en aquel paisaje bucólico y desde el cual se
denominan bellísimas panorámicas del campo y de la lejanía del mar,
recientemente han construido con piedras una escalera que une directamente,
desde la jurisdicción de Sopelana, al pequeño edificio de la ermita de Santa
marina, empotrado en las rocas que le sirven de base y de contrafachada.
Se recibe del Tesoro General don Bartolomés de
Labairu documento de acuse de recibo del "donativo" de 1567 reales
que había hecho a su Majestad y cuya cantidad la anticipó Antonio de Kortina el
9 de Marzo de 1780 por penuria de las arcas municipales.
La ermita de San Andrés de Meñakoz era, como
hemos dicho, destino de dos precesiones que realizaron los vecinos de Sopelana
con los alcaldes al frente, quienes gratificaron al cabildo parroquial con 90
reales.
Ante el Corregimiento del Señorío la Anteiglesia
tiene pleito con Catalina de Arana, viuda, por cuestión de linderos de su casa
de Bareño-Torre y su molino de Aspiribil. El gasto de abogador, sin que
comprendamos el motivo de unificar esta partida, se suma el de "obra en el
archivo secular" que se encuentra en la sacristía parroquial y por todo
abonan 304 reales.
por cuatro días ocupados en Junata de Merindad de
Urive, en Begoña y en Munguia, el 15 de Agosto de 1784 se aoryeba e gasta de 32
reales.
Dieron en data el 2 de Febrero de 1785 213 reales
por días en que se ocuparon los Fieles Regidores Domingo de Zalbidea y
Francisco de Larraondo en las Juntas Generales que se celebraron en la Antigua
de Gernika; importe de los gastos de la posada correspondiente a ambos. En esa
misma sesión se aprobó la limosna de 20 reales a una pobre mujer postulante,
que le sorprendió el parto en una casa de Sopelana.
Dos cristianos recién convertidos con la
autorización del Corregimiento postulan en esta Anteiglesia, asignándoles el
Ayuntamiento el 26 de Febrero de 1786 cuatro reales. Este mismo año se hace
reconocimiento de los fortines que se hallan en el paraje llamado Meñakoz,
sobre cuyo estado se trató en Bilbao con el Síndico del Señorío.
Los fieles Regidores Juan de Abaroa y Ambrosio de
Zalduondo, que lo fueron en 1784, hacen consignar en las acta de 1787 que están
contentos y enteramente satisfechos de su fielato, que a su vez se lo agradece
el municipio sin repugnancia, a su entera complacencia. En 1789 Miguel de
Bareño Alonsorena y otros dos más protestaron del nombramiento de "ciertos
Fieles Regidores", sin especificar cuales, por lo que no concatenamos a
estos con aquellos.
En sesión de 3 de Febrero de 1788 figura en acta
la presencia de Domingo Uribe, Maestro de primeras letras a quien por la
enseñanza de leer y escribir, según ajuste y convenio que tiene hecho con todos
los vecinos moradores de esta República, se le dará en cada año por su trabajo
y enseñanza 500 reales.
Se encuentran un cadáver en jurisdicción de
Sopelana y por su entierro se abonan 16 reales de la caja municipal.
En 1789 según el folio 132 vuelto del libro más
antiguo, se destinan 100 reales a los Apoderados que por Sopelana se han
nombrado para acudir en Gernika al acto de la Coronación de Carlos IV por
fallecimiento de su padre Carlos III.
Las exequias se celebraron, efectivamente, en la
iglesia de la Antigua con Asistencia a los apoderados de los Pueblos,
guardándose los lutos correspondientes. La oración fúnebre se encomendó al
ex-capitán de artillería, el vizcaino fray joaquín de Abendaño que a la razón
vivía en el convento de la Santísima Trinidad de Deusto. El Marqués de
Valdecarzana, dueño de la casa solar y torre infanzona de Urkizu radicante en
este Señorío fue el encargado de que saludase al nuevo rey y que alcanzase la
confirmación de los Fueron en el caso de que su Majestad no viniera en persona
a jurarlos. Para su fiesta en la Anteiglesia se trae pólvora por 12 reales y
tres maravedíes.
Colabora Sopelana en la reconstrucción del
convento de San Mamés de Abando que un incendio ha aniquilado por completo el
18 de Febrero de 1790; primero con 80 reales y después con otros 100. Por
petición de fray Francisco de Iarritu, superior de dicho convento, la
Diputación del Señorío concedió 1500 reales, más la licencia para que postulase
por las Corporaciones del Señorío en demanda de auxilio. En un año en el que de
las arcas municipales salen diversas cantidades de dinero en vía de caridad o
devoción, pues 40 reales se presupuestan por la asistencia de un pobre que
acabaría por fallecer en el caserío Artuui; 55 se dan a José de Zalduondo,
pobre de solemnidad y al Cabildo otros 45 reales por la novena a San Antonio de
Padua.
El 5 de Febrero de 1792 (domingo) se celebra la
última sesión que según tradicional costumbre tenía lugar en el cementerio,
razón por la cual, al estar en el pórtico de la iglesia se dió a Sopelana como
a otros lugares del Señorío el nombre de la Anteiglesia. Se había hecho la casa
consistorial, en contrata con Domingo de Libarona (que cobró en 4 plazos, de
2.383 reales y 2 maravedíes; 700 reales; 500 reales y 999 reales, con lo que se
finalizó de pagarle en 1797) y ya el cementerio dejó de ser el ámbito que acogí
las asambleas municipales. Efectivamente desde la sesión que tuvo el lugar el
Domingo 10 de Febrero de 1793 el encarecimiento de las actas es "En el
Salón de la Casa Consistorial", que desde el acta del 1 de Noviembre de
1797 se llamaría "Salón de Ayuntamientos" y concretamente el 24 de
Abril de 1814 "Salón de la Casa de Ayuntamientos".
El 14 de Febrero de 1793 se abrieron las Juntas
de Gernika en las que se pidió que se prevengan los vecinos de 18 a 60 años con
el equipo necesario de guerra, pena de 10 ducados a fusiles y gastos de la
costa y, no teniendo bienes los tales vecinos, las Anteiglesias o villas en que
residieren pagasen el fusil y la bayoneta. En Meñakoz los Sopelana y Berango.
Dicho año de 1793 se colocan por 40 reales los
mojones diviseros en el paraje y monte de Meñakoz. Siguen los Apoderados
menores de Sopelana Juntas de Merindad de Begoña. A costa de la Anteiglesia
Miguel Bareño compone por 290 reales el puente de Sopelana. Así como otro
puente como el caserío Larragoiti que con el retejo de la ermita de Santa
Marina ascenderá a 344 reales y 17 maravedíes.
Se celebró la Junta de la Merindad de Uribe en la
que se leyó una pastoral del Obispo de Calahorra en cuya Diócesis a la que
pertenecía Bizkaia animando a sus feligreses a contribuir con 110.000 reales
para subvenir a los gastos de armamento de sus naturales; acudiendo por la
Anteiglesia de Sopelana don Simón Antonio de Kortina.
Para el revelo de la gente armada en Ondarroa y
Markina se destinó a dicho efecto en 1794 a los últimos tercios de Getxo,
Urduliz, Barrika, Gorliz y Sopelana entre otros.
No encuentro dato de interés en las actas hasta
la sesión del 30 de Abril de 1797, en cuyo año se contrató a un francés en 126
reales para coger raposos que causaban mucho daño en esta República. Se trae a
un fraile "capochino" para que dé orden de los vecinos bendiga las
cosechas de trigo y maíz. Se hicieron unas fogueraciones cuyo texto no he
podido encontrar pero sí la propina de 20 reales que se entregó a quienes las
hicieron. Igualmente veo que Domingo de Libarona, el constructor de la Casa
Consistorial, reclamó una carta de pago por recibo de las obras, por las que el
escribano que la extendió cobró 28 reales.
En acta de 3 de Junio de 1798 nos enteramos de
que se ha organizado toda la documentación del Archivo "cuyo trasmano era
fácil por la poca lo que costó algo más de 24 reales.
Los apoderados de Sopelana siguen en 1799
acudiendo a las Juntas de Merindades en Begoña y en Mungia.
Según acta de 30 de Enero de 1802 se aprueban las
obras de arreglo de la ermita de Santa Marina que ha hecho Francisco de
Urretxaga y se conviene en el pago de 62 reales por un libro remitido por el
Señorío, para la enseñanza de niños, a los maestros de primeras letras.
En sesión de 12 de Febrero de 1804, por la composición
de la bodega que para recoger vinos, txakilies, y poder vender al aforo que
diesen los Fieles Regidores en los bajos de la Casa Consistorial, se destinan
197 reales.
Por la parte que corresponde a Sopelana como
contribución a los gastos del Señorío en el transporte de trigos desde la villa
de Bilbao a la ciudad de Burgos, se autoriza al Tesorero a entregar en 1806 la
cantidad de 294 reales. Por trasladar a un enfermo, que recayó en Sopelana, a
la anteiglesia de Getxo de donde es natural, se destinan 11 reales.
En acta del 26 de Marzo de 1808 se otorga
contrato con un maestro cirujano, pero hasta 1824 en el que Juan Bautista de
Ganbe va a Elgoibar a establecer las condiciones claras por las que aquel ha de
asumir el cargo, éste no se cubre. El equipaje de dicho cirujano lo trajo Ramón
de Iraolaga por 160 reales que adelantó el ayuntamiento de Sopelana.
Con fecha de 11 de Enero de 1809 se concede a
Antonio de Landa, vecino de Sopelana, una ayuda de 231 reales para que pueda
criar a una hijita suya, para lo cual no tiene medios por su enfermedad y
pobreza. También, por compensación de las parejas de bueyes que por bagajes de
tropa perdieron Juan Domingo de Aio, Antonio de Kortina, etc., se aprobaron
respectivamente cantidades de 1.080 reales y 1.200 reales.
A remolque del dato anterior, diré queden las
actas del ayuntamiento de Sopelana que como otros Municipios sufrieron los
rigores de las contiendas, se abre en si actas una sección llamada "Ramo
de Guerra" en la que se asientan cuantos gastos fueron promovidos al
amparo de la situación militar. Así, por dirigir las tropas de noche desde
Sopelana a Plentzia se dieron 16 reales a dos propios; a Santiago de Zalbidea,
por lo mismo, 10 reales; por darles la pista hacia Portugalete también de
noche, 12 reales; para el camino hasta Bermeo, 40 reales y por el favor de
orientarles al muelle de Getxo,12 reales. La "avichuela" quedara la
tropa se entregó en Mungia costó en su trasporte 32 reales. Ocho reales y
cuatro maravedíes de gasto exigió un oficial de tropa y por barrenar los
cañones del castillo de Plentzia se abonaron a un soldado voluntario 15 reales.
El párroco don Simón Antonio de Kortina vendió la casa cural de Sopelana en
2700 reales y estos los ofreció al ejército.
En 1814 se entregan 8 fanegas de trigo y media de
alubias en Gernika al proveedor de aquel distrito, José Mariano de Zubiaurre,
para el mantenimiento de las tropas españolas allí acantonadas. También al
precio de 450 reales se ponen a disposición de Nicolás de Urizar otros tantos
450 cuartillos de txakoli para los militares de la zona.
Sopelana colaboraba en las fortificaciones de
Bilbao pagando su parte de jornales a los operarios que trabajaban en las
mismas en 468 reales.
En actas fechadas de 1817 a 1826 se plasma lo
entregado por el ayuntamiento a diversas obras hechas en su jurisdicción; así
544 reales para retejar y reponer la casa taberna y 7 por nivelar el campo
nombrado de Santa Marina. Precisamente en la sesión del 10 de Setiembre d e1826
se solicitó del Corregimiento se eximiera de las cuentas por las que debía de
dar razón en ese intervalo y efectivamente en el folio 237 v; cuentas por las
que se declaró exento a dicho municipio; si bien en diferentes lugares se
relacionan partidas diversas como en 1823 los nueve reales que se dan a Ramona
de Manene por conducir a un expósito a Bilbao; 154 al dueño del caserío asua,
quemado, para su reconstrucción;8 y 34, respectivamente a dos mujeres y a tres
hombres por conducir fusiles de Bilbao a Sopelana, donde se concertó que por lo
menos hubiera una veintena de ellos.
Para la recuperación de liquidez se cargan cuatro
cuartos por azumbre al vino que se expende, al tiempo que se efectúa la venta
de los txakolies, por lo que en acta del 20 de Junio de 1829 se declara haber
ganado 313 reales.
Hay un pleito del vecino de Erandio Juan Manuel
de Etxeberria que reclamaba por una avería que su caballo sufrió en el puente
de Urkitxueta. Ante el Tribunal del teniente general el apoderado por Sopelana,
Casimiro de Bidaurrazaga (que percibió 2.297 reales) obtuvo la absolución de la
anteiglesia en este asunto, aunque cada cual tuvo que pagar sus costas.
Termina este libro en el folio 223, reflejando el 20
de Junio de 1830 un superávit de 1447 reales y 26 maravedíes.
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