miércoles, 24 de septiembre de 2014

Historia de Sopelana (Sopela), VIII

Octava entrega de la historia de Sopelana, sacada de www.osakidetza.euskadi.net



Contribución vecinal de 1848

Independientemente de los ingresos que por la sisa del vino foráneo se recolectaban en la pertenencia municipal de la taberna del pueblo, tantos se recolectaban en la pertenencia municipal de la taberna del pueblo, tantos fueron los gastos que con ocasión de las guerras cargaban sobre la Anteiglesia de Sopelana en 1848 que se dispuso que, por los montes argomales y terrenos comunales cuya leña y ramajes había sido gratuitos hasta entonces, se pasase contribución, que variaba por el valor de cada una de las casas de cada jefe de familia de Sopelana; esto nos permite hacernos una idea del estado económico de algunas casas solares cuyo nombre y el de su propietario o inquilino iremos poniendo a continuación, según los datos que contienen dichas cuentas, que forman el legajo número 1 del Archivo Municipal:
Juana Bautista Zalduondo Ibargoiko, que en el libro que daba razón de las liquidaciones generales de la última guerra es acreedora de 219 reales.
Vicente de Ondiz, de la casería Urgitxieta a quien se le deben 1.676 reales.
Ramón de Iraolaga, de la casería de Arabeta, Argaluza Erdikoa, del barrio de Atxondo a cuyo favor resultan 3.215 reales.
Juan Luis de Bilbao, de la casería Urko a cuyo favor de las liquidaciones generales de la última guerra resulta haber 1.767 reales.
Manuel de Eguzkiza, de la casería titulada Artaza Torre es acreedor de 1.069 reales pagados al cobrador Gonia en metálico.
Nicolasa de Goiri, de la casa titulada Iturralde quien los 610 reales que estaban ajustados a su poder los cedió con un interés del 47% en favor de su yerno José María de Castaños.
José de Aldekoa, de la casa titulada Aldekoa propiedad del interesado que parece en el libro de liquidaciones de la última guerra con 1.419 reales a su favor, que endosa en beneficio de su hijo político Carlos de Muñecas.
José Antonio Intxaurtieta, de la casa titulada Etxebarria satisfizo al cobrador Gonia 1.458 reales.
Juan de Basagoiti, propietario del caserío titulado Manene Goikoa debe por los cinco plazos de la contribución vecinal 700 reales.
Juan Bautista de Larraondo, de Manene Erdikoa, cancela la cuenta del millar por 3.709 reales.
El mismo, como administrador de la casa Etxebarri liquidó 74 reales. Mariano de Olagibel, propietario de Ibarra Errota hizo una liquidación de 1.167reales.
Don Ramón de Kortina, de la casa titulada Aresti Ostekoa endosa a favor de su ama el pago del argomal de la casa titulada Purena 283 reales.
Manuel de Piñaga, propietario de la casa titulada Aresti Aurrekoa, endosa a favor de su inquilino Juan Bautista de Gobela 704 reales.
Juan Bautista Bareño Mayor, y su yerno Juan Antonio de Iturriaga de la casa titulada Argaluza Ostekoa, endosan en favor de don Antonio de Kortina 1.056 reales.
Ignacio de Larrazabal, con mitad se los argomales adjudicados a la casa de Loiola debe 486 reales.
Miguel de Aberasturi, por el valor adjudicado a sus propiedades tituladas Alonzuena y Arnabartxu debe 2.268 reales.
José Maria de Uriarte, por su propiedad Peñazena debe 1524 reales.
Agustín de Arnanbalza, por su propiedad porseda aparece como acreedor de 981 reales.
José Ramón de Bidaurrazaga, por los argomales adjudicados a la media casa titulada Errekalde debe 825 reales y endosa 625 más a su padre Juan Antonio de Bidaurrazaga.
Juan Antonio de Manene Zubiaga, por la media casa titulada Errekalde satisfizo al cobrador Juan Antonio de Gonia 803 reales y por los días que estuvo ocupado en su acompañamiento el perito Alostegi otros 208.
José de Bidaurrazaga, por el argomal adjudicado a la media casa de Larraondo Bekoa 1249 reales.
Don Juan José de Aldekoa, debía por el argomal que tomó a su cuenta del que le fue adjudicado a la casa titulada Zabale, a la de Artaza Erdikoa y al resto de Arnabar con sus intereses 2244 reales.
Agustina de Atxutegi, inquilina de la casa de Gaztañaga Bekoa es acreedora de 1625 reales.
Feliciano de Landeta, de la casa titulada Aretxabaleta, por el expediente promovido por Vicenta de Kortina vecina de Algorta contra la anteiglesia de Sopelana es acreedor de 1396 reales.
Vicenta de Kortina, propietaria de la casa de Bareño Bekoa ha satisfecho por medio de don Santiago de Zalduondo cura y beneficiario de esta Anteiglesia 1525 reales.
La inquilina del Palacio de Sopelana, Magdalena de Bareño, como Juan de Urretxaga deben 3267 reales.
Juan Antonio Kortina y Arana, por su propiedad titulada Saltu y por la que se le ha adjudicado de Argaluza Aurrekoa, a través de su inquilino Santiago Arrigoitia es acreedor de 156 reales.
El mismo Juan Antonio Kortina y Arana, por intereses de plazos vencidos debe 154 reales más.
Vicente de Zalbidea, de la casa titulada Ripa (Erripa) Aurrekoa debe por cinco plazos de contribución vecinal 536 reales.
Juana María de Zubiagirre, del caserío Manene Bekoa de su propiedad endosa a favor de su par Domingo de Zubiagirre el haber que resulta a su favor de las liquidaciones generales de la última guerra 2373 reales.
Eusebio de Etxebarria, titular de Larrondo Torre por cinto plazos de contribución vecinal debe, entre otras cuentas, 700 reales.
Don Santiago de Zalduondo, de la casa de Iturrieta como dueño del terreno de unos árboles de los que se ha aprovechado la Anteiglesia tiene es u cuenta 100 reales.
Juan de Ureetxaga, de la casa titulada Ibarra por importe del terreno que ocupan los árboles juntamente con la sierra en la bajada de la iglesia a su casa, debe 116 reales, y endosa a favor de José de Basterretxea la diferencia de los 1803,3 reales que las liquidaciones generales de la última guerra se le deben.
Justo de Mentxaka, por principal valor en el argomal adjudicado a su propiedad titulado Arnabar debe 1169 reales.
Fernando de Olagorta, por el importe del argomal en nuevo remate debe 384 reales.
José María de Urritikoetxea, por lo adjudicado a sus propiedades de Gastañaga Goikoa y Ugeraga debe 4353 reales.
Dominica de Abaroa, satisfizo por su propiedad titulada Abaroa al cobrador de esta Anteiglesia 2655 reales.
la misma como propietaria de Goikoetxe, debe 1221 reales.
Ramón de Gonia (o Goña), del caserío de Bareño Goikoa es acreedor por los inquilinos de la misma a 201 reales.
Ignacio de Eguskiza, inquilino de la propiedad de Larrabaster satisfizo al cobrador de esta Anteiglesia 830 reales.
Juan Antonio de Basaldua, de la Casa Zugasti debe por interés de la espera de los plazos vencidos 69 reales.
María Bautista de Gorrondona, propietaria de la casa Curena, debe por intereses de la espera de plazos vencidos 38 reales.
Juan Antonio Dobaran, por el argomal adjudicado a su propiedad titulada Otaza-Goikoa debe 1136 reales.
Doña Simona de Arteaga, por los argomales de Bareño Torre con Amusaga de Bareño Torre por sí sólo, del trozo junto askiril con otro trozo para Atxabiribil y otros conceptos debe 6438 reales.
Victoriano Ansoleaga, de la casa titulada Larrondo Goikoa en tres trozos debe 1436 reales.
Simón de Urrutikoetxea propietario de las casa de Bentatxu Sekauko y por el terreno que ocupan los árboles de Bentaxu debe 191 reales.
Doña Leonara Eskauriaza, propietaria del caserío titulado Unamuno debe 1538 reales.
Juan Bautista de Gorordo, propietario de la casa de Manene Barri debe 1397 reales.
Al propietario de Larrondoaurrekoa cuyo nombre no se especifica, se le deben 2357 reales.
Juan Antonio Zalduendo Urresti, de la casa Zalduondo Goikoa se le aplican 1988 reales en contra, por morosidad, si bien el año 1850 entrega a su favor doña Simona de Aretaga 1449 reales para cancelar parte de la deuda.
Don Emeterio Billabaso, del caserío titulado Ripa Aurrekoa, recibe de Juan Antonio de Elordieta 656 reales que a su favor resulta de las liquidaciones generales de la última guerra.
La propietaria de Saldua debe al cura y beneficiado de esta Anteiglesia de Santiago de Zalduondo 4224 reales que esta anticipó por ella durante la guerra última.
José de Kortina propietario de la casa Mendieta debe por argomas 922 reales.
María Tomasa Urrutikoetxea, propietaria de la casa Larragoiti de la que es inquilino Miguel Antonio de Zalduondo es acreedora de 5274 reales.
Juan Antonio Zalduondo Bareño, Propietario de Ibarguren, por intereses de espera, por el terreno que ocupan unos árboles suyos y por cinco plazos de contribución vecinal debe 3366, si bien por exigencia del cobrador del metálico, por las liquidaciones generales de la última guerra y por el alcance es acreedor de 3366 reales con lo que queda cancelada su deuda.
A partir del folio 59 se registraron diversas cuentas menores que ya no nos interesen tanto, sino porque se especifica detrás del nombre del contribuyente la casa de la que cada uno es propietario. Así: Juan Antonio Goña de Errotabarri; Tomás de Saratxo, de Landabe; Ambrosio Bidaurrazaga, de la otra mitad de Landabe; Martín de Zarraga, de la de Saitu; José de Larrazabal, de la Gardoki (que cierta, por no querré apropiarse del argomal Adjudicado, se sacó éste a nuevo remate); Juan Antonio de Arsotegi; Nicolás de Ganbe, de Artaza Ostekoa; Pedro de Zubiagirre, de Casarrinaga; Lorenzo de Ugarte, de Zlduondo Bekoa; Tomás de Iturriaga, de Zalduondo Erdikoa; María Dominica de Manene, de Artadui; Marí Simona Bareño de Sandinder; Simón y Josefa de Agirre, de Sertutxa; José Manuel de Artxabaleta; etc.
Termina este documento con la cuenta trazada a favor de José Ignacio Larrzabal, propietario de la mitad de la casa de Loiola, que por los intereses vencidos hasta fin del año 1852 resultaron 494 reales.

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