martes, 14 de octubre de 2014

Historia de Sopelana (Sopela), XIII

Antepenúltima entrada de la historia de Sopelana sacada de www.osakidetza.euskadi.net
Me hace gracia justo las últimas palabras: "...el inadmisible vocablo local de Sopela.", cuando este mismo año (2014) se ha cambiado oficialmente la denominación de nuestro pueblo, de Sopelana a Sopela; incluso hay una entrada en el blog dedicado a dicho cambio: cambio de nombre de Sopelana a Sopela


Etimología

Muchas veces el desconocimiento de las circunstancias más remotas de un lugar o de una Anteiglesia puede subsanarse mediante la etimología del topónimo respectivo. En él suele condensarse un cúmulo de datos que configuraban, bien el paraje o casa, bien su accidente geográfico. Hoy, al saber a qué aspecto de estos se adaptaba, llegaríamos a la conclusión (en el caso de Sopelana) de conocer cómo era nuestra Anteiglesia cuando se le dió ese nombre, pues en ocasiones el lugar es antes que el apellido.
Aunque después sacaremos nuestras propias deducciones, quien primero ofrece la etimología de Sopelana es el erudito Juan Ramón de Iturriza y Zabala en su "Historia General de Vizcaya", capítulo 49 de la primera parte que inicia con esta palabra: "En paraje alta de buenas vista de las costa marítima, tiene su situación la Anteiglesia de Sopelana que denota "somo pelado".
Ya sabemos que "somo" significa en castellano la adecuación latina de "elevación". Pero Angel Rodríguez Herrero, que añadió a aquella obra de Iturriza (fallecido en 1812) el prólogo, notas e índices, advierte que esta y otras etimologías dan a entender que en este punto hay que desconfiar mucho de Iturriza, a pesar de su buen juicio y conocimiento de las antigüedades de Vizcaya.
Efectivamente; también Juan E. Delmas, cuya "guía Descriptiva del Señorío", impresa en 1894, suele basarse en los datos que aportó Iturriza, si bien repite lo de las buenas vista, sin embargo para nada acepta lo de la etimología del pueblo que nos ocupa.
En las exhaustivas notas sobre las etimologías de los apellidos Vascos en las que trabajó Isaac López Mendizabal, para él la palabra Sopelana está formada por obe u obi, "pasto" y los sufijos -al, -ana, añadiéndole la S protética, acompaña una interrogante como desconfiando de su interpretación que él ordinariamente extraía de los nombres de vegetales.
Nicanor Narbarte en su obra "Apellidos Vascos", y otros autores a quienes he tenido en cuenta en mi "Diccionario Etimológico de Apellidos Vascos" vuelven a coincidir en que Sopelana es "pastizal"; "prado bajo cultivado".
Hay otra etimología, unida a la palabra "-obe" que, además de pastizal significa "gruta", que a José Antonio Mujika hace decir que Sopelana e incluso Sopitea (una forma más de Txopitea) significa "sitio de grutas o de pastos". Desde luego que no son palabras sinónimas y es necesaria una gran imparcialidad para acomodar, todo esto de sitios edificados, de pastizales y de grutas, en el área de la jurisdicción primitiva de lo que fue la Anteiglesia de Sopelana.
Pero lo que más puede chocar en nuestros días es la postura del profesor Koldo Mitxelena según cuya doctrina, apoyándose (ya que no cimentándose) en un articulito de Fernando del Valle Lertxundi en la Revista Internacional de Estudios Vascos, tomo XXIV, página 178, Sopelana estaría formada de Txopel-ana como derivación del diminutivo del nombre de Lope, que estaría en el nomenclátor vasco desde el siglo XV, o incluso anteriormente ya en bajo uso. Eso lo conocía Sabino de Arana y Goiri cuando escribió el "Tratado Etimológico de los Apellidos Euskerikos" (número 25 de "Bizkaitarra" de 24 de Abril de 1895) en el que dice que el nombre de Txope es el equivalente vasco de Lopecito, como Pello es de Pedrito y Matxin de Martinito. Añade que, aunque muy escasos, han de ser admitidos; pues componen "nombres de pila extranjeros que, al ser adoptados por la raza euskeriana, recibieron alguna modificación en su forma, euskerizándose. Los que no sufrieron alteración ninguna no pueden ser considerados como nombres euskerikos, por lo mismo qué conservaron íntegra su forma erderika.
Pero sea cual fuere la auténtica raíz etimológica o la construcción morfológica de Sopelana, todavía "Euskaltzaindia" no ha presentado razones históricas y documentadas por las que nuestra querida Anteiglesia, que oficialmente se llama Sopelana, se sienta rebautizada como "Sopela" y que por tanto al natural de ella se le haya de llamar sopelaztar o sopelar.
Pero en que no duda el aludido profesor Mietxelean es en lo que la terminación -Ana significa. Indica el lugar donde Existieron núcleos de población construidas; es decir urbanas, y cita apellidos y topónimos como Antezana, Durana, Erdoñana, Subijana, Marzana, Maturana, Antuñana, etc. Esto le hace situar a Sopelana, concretamente, como lugar construido por un Lope (diminutivo Txope) como Marzana lo fuera por un tal Marciu, Ondoñana por un Ordoña, etc.
Igual que Sopelana, otras derivaciones del nombre de Lope o Txope serían los apellidos de Txoperene, Txopeitia, Txopitea, Txopitegi, etc. De der esto cierto desbarataría muchas noticias que hasta ahora se tenían por las más antiguas de esta Anteiglesia, al tener que localizar de qué Lope se trata. Esto no tiene dificultad si leemos detenidamente la primera referencia bibliográfica sobre Sopelana que es la ceñida al libro " Las Bienandanzas e Fortunas" de Lope García de Salazar en su capítulo 21, de que "el primero que allí pobló fue Lope Martínez de Ondazarroz de Salcedo", pero el llamarle a éste Txope no parece justificado y sí lo es denominar con tal diminutivo al desgraciado señor de Bizkaia don Lope Diez de Haro que fue el que, desde Gaminiz (Plentzia), hasta Portugalete, amparó a cuantos querían dedicarse a las industrias balleneras. Por su postura displicente y recia ante el Rey Sancho le asesinó este en Alfaro y como Argote de Molina refiere, el epitafio que se puesto en el sepulcro de dicho señor alude a los lloros y llantos que acompañaron a su muerte, ocurrida el martes 8 de Junio de 1288. Por tanto, el Txopelana puede hacer referencia a este Txope.
La catedrática de lenguajes modernos de la Universidad del Estado de New York en Brockport, Grace de Jesús Alvarez, se reafirma en cuanto al sufijo dicho de -ana; por lo cual, en parte debemos tomar en consideración la alusión al nombre personal de un Lope en esta etimología. Bien es verdad que el Txopite, que sirve de raíz a los apellidos antes citados, es a su vez derivación de Sopite, que a su vez lo es de Zupide y ésta de "Zubide" (camino del puente, camino de la Serpiente; camino de maderas), con lo que también podemos aventurar otra etimología de Sopelana en el sentido de que, como la hemos visto trascrita y documentada en la forma de "Zopelana", el actual nombre en pasadas épocas fue entendido como Zubilana. Precisamente en euskera en muy común el cambio de B en P, con lo que se puede dar la Hipotética variación inicial de Zubilana o Zupilana en Zopelana.
La máxima autoridad de Bizkaia en nuestro milenario idioma, don Jaime de Kerexeta, ha revisado mi investigación sobre el nombre de Sopelana y afirma estar totalmente de acuerdo con lo que digo, adhiriéndose también con el criterio propuesto por nuestro gran filólogo el profesor Mitxelena; es decir, que Sopelana significa "vivienda, casa o propiedad de Lope el Pequeño o de Lopecito"; que posteriormente daría su nombre al lugar, como ocurre (textualmente en el comunicado del señor kertxeta) frecuentemente en Bizkaia en Barrada, aldeas y feligresías. Sopelana tenía, aun en 1685, tan sólo 58,5 fogueras. Así, no hay resquicio posible para admitir otras hipótesis etimológicas emparentadas con el inadmisible vocablo local de Sopela.

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